en el balneario de mi vinatería, retomando el día. Resulta que mis males de ayer no estaban relacionados con mi afición a la lectura hasta altas horas de la madrugada, sino con un virus maloso de esos que te hacen malas pasadas. Así que tras mi segunda noche en blanco aquí estoy tendereando. Toma y tomaaaa, pastillas de goma


Comentarios

Entradas populares