día de inocentes. cuando era niño gastaba unas bromas...A mi amigo Felipe Valdivia le llamé un día y le dije que teníamos campeonato de ajedrez en el antiguo mercantil a las 7 de la mañana...entonces no teníamos teléfonos ni en casa así que tarde mucho en recibir su justa indignación...Y a mi compañero de trabajo en la vinatería hace veinte años, Alfonso Trejo, le preparé una caja de botellas de vino para entregar en un domicilio...el domicilio era una caja de lenocinio, y las botellas estaban vacías llenas de agua, además el encargo era sacarlas de la caja y comprobar "el envío" con la "clienta". La señora, encantadora, le dio mil pesetas para que se le pasara el disgusto de la broma... A mi hermanita Isabela del Mar, le envié un día a mil papelerías a comprar el suplemento radiactivo del país... Mil inocentadas llenas de risa y cariño.

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