manos

paso del taller a calentarme las manos en la vinatería y las aproximo a una velita que pongo todas las mañanas. Al cabo de un momento Bea me dice "huele a pollo quemado". Eran mis dedos que, de tan fríos no sentían el calor de la flama y se me han "depilado al fuego". Jolin que friooooo y que helada está el agua de fregarrrrrrrrr. Carlos Sancho, el próximo taller con agua calentita.

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