Hoy

 Cuando mi papa tenía su pequeño bar "el humilde rincón" esta semana la dedicabamos a pintarlo, a limpiar...Primero recogiamos todas las fotos de amigos y famosos que estaban entre las botellas. Luego todaaaaaaaa la impedimenta de encima de los estantes se ponía sobre el mostrador; más tarde todo cubierto por periodicos. Y a la cocina, desmontabamos el obrador y limpiabamos los azulejos con esmero, el padre de Carlos Sancho, Antonio, venía para reponer lo que se hubiera deteriorado durante el año y cambiaba la encimera o las placas o el extractor. Como Antonio quería mucho a mi padre siempre le guardaba esas piezas que salen con taras: un golpecito, un desconchón... y así en la pequeña cocina del humilde siempre teníamos grandes marcas a precio de amigo. Luego nos poníamos a pintar, mi padre rodillo en mano dale que te pego y yo detrás recogiendo las gotas que iban manchando el terrazo del bar. Cuando el agua se manchada en demasía a cambiarla. Esto nos ocupaba un par de días. Con todo pintado de blanco y seco hacíamos el camino inverso, todas las botellas ya limpias a los estantes, todos las  cosas de comida en los anaqueles de la cocina...Cuando habíamos terminado esta labor , entonces nos ibamos de vacaciones tres o cuatro días que me parecían toda una aventura. 

Esta semana seguimos  atendiendo en la vinateria, (quiero decir que sigo),  también limpieza y pintura en las paredes y en la fachada. Remozando, como cuando era niño nuestra tiendecita.

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